Mi
hijo habla poco … ¿cómo puedo ayudarle en casa?
Lic. Sonia Yanet Aguirre
FONOAUDIOLOGA
M.P 1062
Cuando un niño está en
terapia y un profesional idóneo esta interviniendo en su lenguaje y comunicación
es importante que sus papás también se involucren y puedan ayudar en casa, ya que son ellos
quienes pasan la mayor parte del tiempo con el
pequeño además de que la casa es el ambiente en el que el niño se siente
más a gusto, es “su lugar”, y es donde surgirán mayores oportunidades de
intercambio que en una corta sesión de fonoaudiología.
No soy partidaria de “bombardear”
al niño todo el tiempo con frases, palabras, pedidos, órdenes, y exageraciones
en cuanto a la pronunciación. Si bien es importante la estimulación y el
modelar a través de darle un modelo
correcto, la terapia no es 24 horas al día, ya que será agotador para el niño y
para sus papas.
Sutilmente, con ciertas
pautas, podemos ayudar, por ejemplo:
1-Nombrar los objetos cotidianos
que estamos usando e ir relatando nuestras acciones en voz alta (como si estuviéramos
dando una receta de cocina por la tele), “bueno ahora vamos a cocinar la comida
de Juan”. “Juan hoy va a comer puré de calabaza, para eso
necesitamos calabaza y agua”. “Ahora Juan se va a bañar, primero usaremos el champú
para lavar su cabello y luego jabón para lavar el cuerpo”. El hecho de “relatar”
nuestras acciones, ayudan más que nada a niños pequeños a anticiparse
(prepararse) a lo que viene, los organiza, los predispone.
Se sabe que el lenguaje
organiza el pensamiento, entonces si el niño no tiene ese lenguaje, yo se lo
doy, para ayudarlo a que “mentalmente”
haya un orden.
2-La otra cosa que en
casa podemos hacer es “darle mandados, encargos” a los niños, esto colabora en
trabajar la comprensión de vocabulario (palabras) y comprender ordenes. Ejemplo
“vamos a poner la mesa, Juan pone las servilletas”,
“Sofía trae tu buzo rojo que está arriba del sillón”. La complejidad de las órdenes
se adecuara a la comprensión de cada uno. Al principio pueden ser bien
sencillas, dame, toma, lleva, traé. Y luego, pueden incluir colores, nociones
espaciales (arriba, abajo, adentro) o diferentes lugares (pieza, baño, cocina, etc.),
ejemplo “trae tu cuaderno verde que está
adentro de la mochila”
3- Hacer parte al niño
de tareas hogareñas: juntar la mesa, guardar ropa en un cajón, guardar sus
juguetes, barrer el patio y juntar hojas, revolver el jugo en una jarra, etc. Tener
en cuenta de que en todas las actividades que los hacemos participar no deben
haber cosas que se puedan romper.
4-En niños pequeños muchas
veces las mamás funcionan como “interpretes”, solo ella entiende cuando el niño
quiere agua, jugo, leche o tiene sueño. En este tipo de situaciones podemos
siempre antes de brindarle al niño lo que pida en cuestión de segundos, mirarlo
y preguntarle ¿Qué querés Juan? ¿Querés comer? ¿tenés sed?.
En caso de que el niño
no responda y su mamá sepa cuál es el deseo del niño, pondrá ella las palabras
a la situación “ah Juan quiere su leche por eso llora”, “¿Juan esto querés? (mostrándole
el vaso o mamadera y buscando que el niño señale o diga si con la cabeza)
5- Darle opciones también
es una manera de intervenir con nuestros
pequeños en casa. Ejemplo: el niño llora, su mamá sabe que quiere tomar algo,
tiene sed, entonces ella toma un vaso con agua en una mano y en la otra la mamadera
de leche, mostrándoselas de frente al niño, le dice “querés leche o agua Juan”
(presentándole uno a uno los objetos), se
busca que el niño tome con su mano lo que desee, lo señale o lo diga.
6- Algunos objetos
deseados por el niño pueden estar fuera de su alcance, ejemplo su pelota
preferida hoy está arriba de un mueble. El
niño la está buscando, lo guiamos cerca al mueble, le preguntamos ¿Dónde está
la pelota Juan? busquémosla juntos…. Llevamos
la mirada del niño hacia arriba del mueble sino la encuentra seremos nosotros
quienes la señalemos, “allá está la pelota, mirá” (nuestro tono de voz debe ser
de alegría, poner énfasis). El adulto señala la pelota, le pregunta al niño ¿Dónde
está? “Allá mirá…” buscando que el niño la señale también. El adulto le
pregunta al niño ¿la querés? Para que el pueda decir “si” con la cabeza o de
manera verbal.
7-Frente a un espejo
podemos jugar a hacer caras divertidas para que el niño no solo imite sino también
movilice sus músculos de la cara. Podemos
sacar la lengua, subir las cejas, poder caras de enojados, tristes, contentos,
tirar besos, reír, hacer boquita de pez, de conejo, etc.
8- Actividades como
soplar velas, hacer burbujas, soplar con bombilla, etc. también ayudaran a
fortalecer los músculos de alrededor de la boca y la respiración.
9-La imitación es una excelente
actividad: es la base para aprender. Imitar sonidos de animales, de
transportes, imitar gestos, posturas con el cuerpo, acciones con objetos, vocales,
sonidos, silabas, etc.
10- La actividad más
placentera y estimulante que podemos hacer con los niños es JUGAR…no solo en
casa sino afuera. Los juegos que involucran acciones motoras como correr,
saltar, bajar, subir, ponen al niño en situaciones en las que gritar, reír,
llamar al adulto o a otros niños, mostrar cómo juegan surgen espontáneamente.
En casa, también podemos
“enseñarle” al niño a jugar, darle ideas:
“quiero que armemos un castillo de bloques”, “esos autos pueden correr carreras
desde este árbol hasta aquella pared”, “traslademos arena y piedras en este camión
para construir una casa”, “con arroz y fideos de verdad le daremos de comer a
todas estas muñecas hoy”, “armemos una plaza con arbolitos y césped para que
los papas paseen con sus niños y perros” , usando toda la variedad de juguetes
que los niños tienen….
Los juegos de interacción
también son muy útiles: comprar-vender, maestra, doctora, etc. son juegos en
los que se establecen diálogos.
Para niños más grandecitos,
son muy útiles los juegos reglados, cartas, juegos de mesa, en las que hayan
reglas, espera de turnos y se genere una competencia para ganar.
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